Cómo puede ser que una simple rodaja de limón pueda dejar en nada sabores tan fuertes como el tequila? Y cómo puede ser que 12 metros de vía puedan dejarle un sabor tan ácido a mi fin de semana?
Cuatro días eran los que teníamos por delante Alex y yo. Al final el destino elegido fue Santa Linya, para mí, la primera vez que estaba allí y la verdad…no tengo palabras para describir esta locura de sector
.
Aparcamos la casita con ruedas y después de caminar unos 500 metros allí estaba, impresionantemente alta, profunda, llena de vías, chorerras…esto sí que es una cueva!
El primer día conseguí llevarme al cuarto pegue 7b Meneo Canario. Vía de 6 chapas, de desplome con un pasito de bloque y de aguantar… buenísima! Y Alex se llevó 8B+ Rollito Sharma!
Y el resto de días me dediqué a probar otras rutas. Me dio especialmente por una que al final no logré encadenar. Pero la sensación que me dejó fue muy distinta a la que estoy acostumbrada… ya que fallé por falta de experiencia (hay que aprender a reposar y que las ganas no te puedan), hay que saber que a partir de X pegue la cosa va a menos, hay que saber que las pieles no son eternas, hay que aceptar que cuando uno está en medio de un ciclo llega a los fines de semana cansado y que hay que entrar a cada pegue a muerte y con ganas, que sino…nada de nada!
Pero quiero pensar que lo único amargo que me llevo es una pequeña espinita en medio de un gran fin de semana. Un fin de semana en el que hemos coincidido en pie de vías con muchísima gente super fuerte, la verdad allí parece que si no haces 8c no eres nadie! Que he conocido un sector que me encanta y que todas las vías son cinco estrellas.
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