Una de las peores cosas que le
puede pasar a un deportista es estar lesionado. Hay veces que nos hacemos daño
por accidente y sin poder evitarlo y muchas otras que vemos cómo a poco nos
vamos rompiendo sin querer verlo hasta llegar el día que no puedes más, que te
caen hasta las lágrimas.
9 semanas sin correr. Motivo;
rotura de fibras en la tibia por estrés. Las causas han sido varias,
sobrecarga, excesos de entrenamiento, mal apoyo, falta de técnica…. Y lo peor
de todo, era la segunda vez que la sufría, y una vez más, cuando empezó a
aparecer y a hacerse notar cerré los ojos, apretaba los dientes e intentaba no
escuchar el dolor y pensar que ya se curaría, que ya desaparecería.
Y por supuesto no fue así.
Acabada la media de Sitges (12 de enero) lo reconocí, estaba lesionada. Tocaba
hacerse pruebas, ver realmente la gravedad de la situación y empezar a buscar
soluciones. Lo primero fue corroborar lo que tenía, una vez sabido el
diagnóstico nos pusimos manos a la obra para recuperarme.
De la mano de FitaA me ayudaban
con la fisioterapia, la nutrición y la prevención de la lesión. Y con Gymfira
trabajábamos por no perder la fuerza física y para salir aun más reforzados.
Durante todo este tiempo me he
dedicado a seguir todos sus consejos y seguir al pie de la letra todo lo que me
decían. Decidí confiar ciegamente en ellos, por su experiencia, su saber hacer
y sus conocimientos.
Decidimos no ver la lesión cómo
algo negativo sino algo con lo que aprender, que no sólo debemos entrenar las
tres disciplinas, y que lo que nosotros a veces llamamos entrenamientos
complementarios son igual o más importantes que las series en la pista, en la
carretera o en la piscina. Ya que con dolor ninguna saldrá bien.
Había días que parecía que el
tiempo no pasaba y que no llegaría nunca el día de volver a correr. Pero sé que
para ellos tampoco fue fácil el decirme no corras, decirme que tenga paciencia
y que el día de volver a calzarme las zapatillas llegaría, pero debíamos estar
seguros de que cuando llegara estaríamos curados.
II Duatlón Sprint de Girona. Volver a sentir la sensación de la
competición ha sido increíble, volver a compartir km con las chicas
impresionante y volver a sentir la adrenalina antes de la salida
indescriptible.
Pero lo mejor ha sido el
resultado: NO HE SENTIDO DOLOR, NADA DE NADA, NI UN POQUITO. Y de verdad que
esto sí que no tiene precio. Albert, Joaquin vosotros más que nadie habéis
estado en cada paso que di ayer, ya que sin vosotros quizás aun estaría
corriendo con dolor o ya me hubiera roto del todo. Porque vosotros durante todo
este tiempo habéis sido mi cabeza y mi fuerza de voluntad ya que no ha habido
día que no me hayáis ayudado a ver la parte positiva de todo esto, darme un
abrazo cuando lo he necesitado o cogerme el teléfono para darme el mejor
consejo ante cualquier duda.
Y aunque parece que ya podemos
correr, y siguiendo sus consejos, vamos a volver con cabeza, vamos a seguir con
las sesiones de prevención y con el refuerzo físico. Ya que para ellos igual
que para nosotros el mejor trabajo no es curar a un deportista sino alargarle
su vida deportiva y prevenirle de lesiones.
Gracias por estar a mi lado!