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jueves, 30 de abril de 2015

21 MEDIA MARATÓN DE OLOT

Creo que si me pusiera a recordar todas las competiciones en las que he participado de todas ellas sacaría alguna característica que la hace especial.

Sin duda alguna UN JAMÓN es algo por lo que recordar la Media Maratón de Olot.



Segundo año consecutivo en el que participaba. Y creo que se va a convertir en una de las competiciones obligadas del calendario. Y es que siempre es un placer correr en medio de ese paisaje saboreando km a km lo que hay esperando en meta sea cual sea tu posición y tu tiempo.

Aquí todos somos campeones, lo importante es llegar, es luchar por conseguir el tan preciado tesoro que abastecerá nuestros bocadillos, aperitivos o desayunos durante varios meses. Y seguro que cada vez que cortemos un trocito de ese jamón recordaremos lo que sufrimos ese día y lo que nos costó llegar hasta él.  Sin duda alguna una muy sabrosa victoria!

Y allí estábamos 700 participantes en la línea de salida unidos por un mismo objetivo. Edu y yo decidimos aliarnos y compartir el sufrimiento. Nos colocamos en primera línea y pi!!!! A correr!




Nos ponemos en cabeza y en el km 4 aparece la bicicleta de “primera dona”. Este año Dolors iba a ser quien nos acompañara durante todo el recorrido. Nos pusimos a correr a un ritmo cómodo y constante y así entre paisajes preciosos y alguna que otra subidita fueron pasando los km.

Contenta de la carrera, de las sensaciones, de la compañía, del ambiente y del Jamón!

Muchas gracias a la organización por todo lo que nos ofrecen y nos cuidan, sin duda alguna nos vemos el próximo año!








jueves, 16 de abril de 2015

GRAN FONDO NEW YORK/BARCELONA

No había publicado antes la entrada ya que mi amiga y compañera de batallas Emma Bosh me dio la oportunidad de publicarla en su revista Temps Sport y no quería colgarla antes de que saliera en papel. Darle un millón de gracias por esta oportunidad! Y ahora os dejo con la crónica digital :

Domingo 8 de la mañana aterrizábamos a John F. Keneddy (Montjuïc), 160 km por Nueva York/Barcelona nos esperaban! Bicicletas listas gracias a los compañeros de Different Bikes Canet de Mar y alimento necesario por parte de 226ERS para que la energía no falte!

Acompañada por Edu y más de 1.000 personas nos poníamos en marcha! Pasamos por Times Square (Plaza España) y seguimos todos juntos por la Quinta Avenida (La Gran Vía). El Jet Lag se nota, ritmo muy suave, parece que no acabamos de arrancar.... y por el camino conocemos a Sergi, quien se anima a compartir la aventura con nosotros.

Pasados unos 20km, la encontramos! Parada obligada cuando visitas la gran manzana, la Estatua de la Libertad, para los ciclistas catalanes, las Costas del Garraf! Despertamos de golpe, y nos ponemos a disfrutar como nunca de una carretera excepcional solo para nosotros, delimitada por un tramo cronometrado que haría saltar chispas entre los corredores!




Después del calentón tocaba la primera parada y despedirnos de una parte del grupo. Nosotros seguíamos nuestra ruta ahora pasando por los caminos que esconde Central Parc (la preciosa carretera que va por Vilafranca, St Martí, St Quintí...) rodeados de vegetación y toboganes infinitos.

Los km iban pasando y ahora el tiempo empezaba a empeorar, empezaba a llover y aun nos quedaba por visitar uno de los edificios más emblemáticos de la ciudad, el Empire State, 1.576 escaleras que se traducirían a una subida a Begues de casi 8 km. Sacamos fuerzas, nos concentramos, y venga para arriba!

Ahora sí que a por el último tramo! Pero tocaba dejar la belleza arquitectónica, el lujo de las grandes avenidas y la vegetación del gran parque para entrar en el Bronx (polígono industrial del Prat), no sería un final fácil! Empezó a soplar fuerte viento, nos encontramos rodeados de gris y cristales que hacen cada vez más complicado avanzar, no quedan fuerzas ni para hablar.

En ese momento es cuando uno se da cuenta de todo el camino que ha recorrido hasta llegar allí, que no siempre todo tiene que ser fácil ni bonito. A veces toca sufrir y sacar fuerzas de donde creemos que ya no hay.

Porque esos últimos km de sufrimiento y lucha son los que te hacen más fuerte y valorar más todo lo conseguido, porque nadie nos dijo que esto sería un camino de rosas.

Y allí estábamos nosotros, llegando a meta en medio de un paisaje del todo menos bonito y aun así para nosotros parecía espectacular.

Ya que lo importante a veces no es la meta sino el camino que recorremos hasta llegar a ella.

Un abrazo muy fuerte!