Creo que si me pusiera a recordar
todas las competiciones en las que he participado de todas ellas sacaría alguna
característica que la hace especial.
Sin duda alguna UN JAMÓN es algo
por lo que recordar la Media Maratón de Olot.
Segundo año consecutivo en el que
participaba. Y creo que se va a convertir en una de las competiciones obligadas
del calendario. Y es que siempre es un placer correr en medio de ese paisaje
saboreando km a km lo que hay esperando en meta sea cual sea tu posición y tu
tiempo.
Aquí todos somos campeones, lo
importante es llegar, es luchar por conseguir el tan preciado tesoro que
abastecerá nuestros bocadillos, aperitivos o desayunos durante varios meses. Y
seguro que cada vez que cortemos un trocito de ese jamón recordaremos lo que
sufrimos ese día y lo que nos costó llegar hasta él. Sin duda alguna una muy sabrosa victoria!
Y allí estábamos 700
participantes en la línea de salida unidos por un mismo objetivo. Edu y yo
decidimos aliarnos y compartir el sufrimiento. Nos colocamos en primera línea y
pi!!!! A correr!
Nos ponemos en cabeza y en el km
4 aparece la bicicleta de “primera dona”. Este año Dolors iba a ser quien nos
acompañara durante todo el recorrido. Nos pusimos a correr a un ritmo cómodo y
constante y así entre paisajes preciosos y alguna que otra subidita fueron
pasando los km.
Contenta de la carrera, de las
sensaciones, de la compañía, del ambiente y del Jamón!
Muchas gracias a la organización
por todo lo que nos ofrecen y nos cuidan, sin duda alguna nos vemos el próximo
año!