JellyPages.com

lunes, 25 de noviembre de 2013

UN AÑO DE CAMBIOS

Un año. Ahora miro hacia atrás y parece que haya pasado muy rápido pero os aseguro que hace 365 días el tiempo se paró en Somaén. 

Ese momento marcó un antes y un después. Desde aquel momento nada volvió a ser lo mismo. El accidente no sólo me cambió físicamente sino también como persona. Aprendí a ver las cosas de otra manera, a valorar mucho más el estar bien, el tener salud, el sentirse sano y fuerte. Me hizo más fuerte. 

Cuando a un deportista le dicen que se olvide de hacer nada de nada, que no saben si va a tener que pasar por quirófano, si va a poder recuperar el pie...cuando a uno le dicen prueba tras prueba, visita tras visita que tiene para largo y que se tiene que armar de paciencia si quiere volver a practicar su pasión os aseguro que o cambia su mentalidad o se puede consumir día tras día lentamente.

Desde que me lesioné; contadas veces son las que he escalado. Después de la caída hacía ver cómo si nada hubiera pasado. Pensaba que no iba a afectar en mi escalada ni en mis ganas de escalar pero no fue así; poco a poco dejé de ir al plafón, de salir a roca... y me di cuenta de que aquella tarde en aquella cueva había quedado mucho más que una caída. Habían quedado muchas ilusiones y sueños que poco a poco se fueron desvaneciendo y mi mente fue arrinconando.

Tuve la suerte de contar con gente a mi alrededor que me ayudó a recuperarme, que me animó a seguir adelante y a no perder la esperanza. Y esto me hacía coger día a día fuerzas para seguir entrenando aunque fuera con muletas, con yeso, con walker... y poco a poco y gracias a horas de rehabilitación empecé a recuperarme.

Y entre sesión y sesión de fisioterapia llegó el día que me dijeron que nadar me iría bien y fue entonces cuando me tiré al agua por primera vez a la piscina. Fueron pasando las semanas y cada vez más y más metros...y el pie cada vez mejor hasta que pasado los meses pude empezar a escalar y a correr. Fue entonces cuando me propusieron entrar en el equipo de Triatlón de Picornell. 

Un año más, o un año menos? la verdad ha sido un año muy duro y en el que ha habido muchos días que hubiera deseado no levantarme ni de la cama, muchos días sin ganas de nada, muchas lágrimas, mucho dolor... pero también este año me ha dado la oportunidad de conocer algo nuevo y marcarme nuevos retos junto a un equipo increíble.

No hay día que no piense como sería ahora mi vida si aquel momento no hubiera estado allí. Pero hay que mirar el lado positivo de las cosas que nos pasan aunque a veces duelan mucho. La esperanza y las ilusiones no se tienen que perder nunca. 

Ahora toca seguir adelante y recordar este año como un año de cambios; algunos positivos otros negativos... pero sin duda alguna es que de todos ellos he aprendido algo.