De nuevo con las manos en el
teclado, y lo que lo hechaba de menos! El motivo para tal separación no es más
ni menos que…vacaciones y más vacaciones! Tocaba desconectar y disfrutar un
poco de estos días libres y así lo he hecho!
Las vacaciones de Navidad son un
momento muy mágico, para estar con la familia más que nunca, para verlos día sí
y día también, para comer chocolate sin parar sin que nadie te mire raro, para
entrenar mañana y tarde sin tener que correr para ir al trabajo, para
desconectar la alarma del teléfono…en fin que todo son cosas positivas
Stage en altura podría ser el
título para estos días, lo que parecía que iban a ser unos días tranquilos por
la montaña resultaron ser todo un éxito a nivel de entrenamiento, buenas rutas
por la montaña con nieve hasta las rodillas, buenos revolcones por las pistas
intentando aprender que es el freeride, cientos de metros en la piscina helada acompañados
de unas sesiones de físico... en fin que si algo más se puede pedir es
compartir todos estos momentos con grandes personas!
Y junto a la Navidad llegó el fin
de año o principio… como dice una buena amiga… momento “ñoño” en el que lo
único que lees son felicitaciones y deseos para un 2015 que queremos que sea
distinto y mejor, que parece que todo el mundo se quiere más de lo normal, que
algo increíble va a pasar….
Yo este año no le pido nada
especial, la verdad si no hubiera sido por la nariz de payaso, el gorrito de
papel y el collar hawaiano ni me hubiera dado cuenta que era una noche tan
importante y en la que se tenían que pedir tantos deseos.
No hubo ningún deseo especial
cuando tocó comer las uvas, ya que lo único por lo que lucho cada día es porque
todo siga igual que como hasta ahora, que mi familia tenga salud, mis amigas
sigan igual de guapas, felices y a mi lado como hasta ahora y que mi vida no
cambie. Que cada mañana me siga levantando y viendo el sol salir desde mi
ventana, respirar el aire frío que me da energías para afrontar todo el día,
seguir compartiendo momentos con gente increíble y disfrutando de mi vida
profesional y deportiva más que nunca!
Ya que ningún 31 de Diciembre nos
tiene que obligar a desear nada especial ni cambiar nada, nosotros decidimos
cuando queremos que empiece un año o acabe otro. Sólo nosotros decidimos cuando
queremos cambiar el rumbo de nuestras vidas!
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