Y llegó el momento de despedirse del 2011. Para mí un año de muchísimos cambios, tanto a nivel personal, profesional cómo deportivo.
Un año en el que en muchos momentos me he sentido perdida, sin saber qué quería hacer de mi vida, cuales eran mis sueños, objetivos, ilusiones… un año en el que me he dedicado a encontrar mi lugar y saber qué es lo que realmente me hace feliz. Un año en el que he tenido que tomar decisiones que me han costado mucho pero de las que al final he sacado un balance positivo.
He aprendido que lo importante es tener claro qué es lo que quieres y luchar por conseguirlo. Que si algo merece la pena no hay que rendirse y aunque a veces los caminos nos parezcan imposibles hay que afrontarlos con entusiasmo y valor. Que las cosas poco a poco salen bien y aunque a veces parece no haber luz al final del túnel; la hay.
Estos últimos días del año los he compartido con Alex, una de las mejores cosas que me ha pasado este año y con el que espero compartir el 2012 y los que vengan no?
Hemos estado por las maravillosas tierras de Lleida. Hemos conocido escuelas nuevas, Bruixes (las interminables), Sant Llorenç de Montgai (fanática cueva), Alòs de Balaguer (a bloque)…
Una semana conociendo nuevas escaladas, nueva roca y sobretodo nuevos proyectos que espero ir tachando a lo largo del año.
Con estas “mini” vacaciones se ha acabado la tranquilidad. Ahora toca volver a empezar un nuevo ciclo de entrenamiento y a volver a ponerse metas tanto en compes cómo en roca.
Así que…. 2011 no te voy a echar mucho de menos.
Y ahora…a muerte con este nuevo año lleno de propósitos, proyectos, retos… y que espero compartir muchos de ellos con todos vosotros.
Un abrazo y Feliz 2012
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