Después de las vacaciones toca volver a la realidad, al trabajo, ha tocado hacer mudanza de piso (sí! por fin vuelvo a tener mi casita!) y cómo no…volver a las presas de colores.
Esta vez hemos empezado un nuevo ciclo mucho más específico y muchísimo más duro, parece que las sesiones nunca lleguen a su fin… y eso se ha visto reflejado en los resultados en roca pero me consuela pensar que lo que no va a la libreta…va al bíceps y aunque ahora me cueste cerrar la mano hasta para coger un lápiz en unas semanas…
El pasado fin de semana estuvimos con el niño, Alex y Joel por Rodellar, otro de mis lugares preferidos. Esta vez no tenía ningún proyecto en mente. Pude encadenar al primer pegue de 7 a 14 y al segundo Pequeño pablo, ambas en el sector Egocentrismo. También probé Rateros y Drogadictos y Soldados de Salamina, le di un par de pegues a cada una y las dejé a punto para la próxima visita.
Este fin de semana; visto el éxito del anterior decidimos tomárnoslo cómo entrenamiento. El sábado fuimos con Alex a Calders. Calentamos en nuestro mítico 6b+ y luego yo estuve probando Ludopata, vía de 8 chapas en la que la secuencia dura (de bloque y pasos largos) está en las 4 primeras cintas y luego es aguantar. Le di 3 pegues a muerte cayendo en el bloque y al cuarto pegue conseguí pasar la cuarta cinta hasta el reposo pero…cómo era de esperar seguía con los antebrazos hinchados cómo globos…conseguí llegar hasta la última cinta y del canto más grande que hay en la vía…a volar! Menuda sensación! Sí, me caí porque estaba muerta de cansancio, los brazos no me aguantaron, la mano no cerró…una sensación de vacío…indescriptible!
Por su parte Alex decidió hacer series a un bloque de 5 movimientos que hay en la entrada de un 8a… para la próxima vez nos llevamos el crashpad y así no nos matamos con la cuerda no?
El sábado aprendimos que para encadenar en Calders hay que ir fresco, que la próxima vez nos llevaremos la caña para poner la primera cinta, que en verano iremos a partir de las dos y…que una cuerda no sólo sirve para escalar.
Y el domingo con agujetas hasta en las orejas el niño decidió que ya era hora de que conociera su segunda casa, el lugar dónde creció cómo escalador, la Foixarda. Me estuvo dando una clase magistral de cómo hacer el mono por el túnel… no, no, que es coña, me estuvo enseñando técnica de techo, cómo colocarme, cómo no cansarme tanto, cómo no marearme cómo un pato buscando pies, cómo respirar, cómo leer las vías… la verdad fue una muy buena sesión de entrenamiento y para los que allí estaban un espectáculo… si Alex hacer el 7b+ del Vampiro a pies volados sí es hacer el número…. pero gracias a esto pudimos encontrar a mi Bea, Gus, Beth y Pol y hacer unas risas con ellos.
Y en ese mítico rincón de Barcelona no solamente podemos encontrar grandes vías sino que hay todo tipo de especies…yo particularmente me enamoré de un cerdito vietnamita que tenían unos chicos… quiero uno igual!
Aunque quizás no han sido muchos los encadenamientos de estos últimos fines de semana, han sido dos findes geniales llenos de grandes momentos cómo la comilona en el Area de Guisona, la mega hinchada en Pequeño Pablo, las tapas a un euro, la fresa con morango, y el momento perfecto en Calders.
Un abrazo a todos y que tengáis una muy buena semana!
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