Empezaba la semana con nuevo ciclo de entreno, en estos primeros días, físico, físico y más físico… muy dura a nivel mental ya que estar rodeada de presas y no poder soltarme del campus…la verdad me mata.
Para este fin de semana no tenía la intención de probar nada duro ni la esperanza de encadenar. Pero bueno las ganas de trepar no me las quita nadie, eso es sagrado! Pero sí que tengo que decir que me siento un poco frustrada cuando la cabeza está al 100% pero tus músculos no te siguen…
Mi intención era la de rodar y hacer metros y metros… pero de repente allí estaba delante de una línea… uf! La verdad que no tengo ni palabras para describírosla. Pero bueno mejor os cuento cómo fue este flechazo desde el principio…
Sadernes, el lugar donde la he conocido, el sector, el Pont de’n Valentí, su nombre 7B+ Els cuatre vents. Llegué al sector con la idea de rodar en alguno de sus 7A y quizás probar algún 7A+/B… pero escuché hablar de ella, escuché comentar sus pasos… y me animé a montarla.
Me hice el ocho, me puse los pies, me cargué de magnesio y empecé. Las primeras sensaciones eran muy buenas; pasos muy físicos de colocación y canto grande. Fui haciendo cinta a cinta hasta la última sección dura de la vía. Esta se me rebotó bastantes veces pero al final logré sacar la secuencia de regletas y romos hasta llegar a una lateral y a la R. La verdad es la vía más dura que he montado y probado y el ver que salían todos los pasos…pues es un subidón.
Durante el día le di un par de pegues más para matizar. No tenía fuerzas para darle a muerte así que la dejé preparada para volver al día siguiente…pero a veces las cosas se tuercen y empieza a diluviar y mi vía, mi ilusión, mis ganas, mis fuerzas…quedaban anuladas sin dejarme hacer ni un pegue en condiciones. La verdad; sé que a veces estas cosas pasan pero me dio una pena… A veces aunque todo parece indicar que no va a poder ser, que las cosas no van a salir como tú quieres, que por mucho que lo desees no va a suceder ni lo vas a conseguir nos ponemos una venda en los ojos pensando que de esta manera todo saldrá como queremos y no es así. A ver cuando aprendo que si el cielo está negro, no se paran de escuchar truenos y el hombre del tiempo lleva diciéndome toda la semana que el fin de semana va a ser pasado por agua soy capaz de darme la vuelta. A ver cuando aprendo a qué si una cosa no puede ser, no puede ser por mucho que lo desee con todas mis fuerzas.
Así que me tocó doblar la cuerda, sacarme los pies, deshacerme el ocho y volver a Barcelona que al día siguiente tocaba trabajar y volver a la rutina… hoy ando un poco desanimada. No sé, supongo que a todos nos pasa cuando dejamos proyectos pendientes por causas ajenas (lluvia, trabajo, falta de luz…). Y la verdad estoy sin ganas de empezar la semana, sin ganas de estar encerrada en un despacho ocho horas viendo números y números, sin ganas de ver presas de colores, sin ganas de estar rodeada de ruido, de coches… vaya que hubiera dado lo que fuera por quedarme allí, en el pie de vía sentada mirando esa línea, visualizando todos los pasos y soñando en pasar algún día la cuerda por el mosquetón. Hay momentos que son especiales y lugares de los que no querrías desaparecer, lugares en los que sientes que nada te afecta, que nada importa...
Pero bueno de momento es lo que hay así que toca respirar hondo, volver a la realidad y esperar a que llegue de nuevo el fin de semana.
Un abrazo muy grande
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