No había publicado antes la
entrada ya que mi amiga y compañera de batallas Emma Bosh me dio la oportunidad
de publicarla en su revista Temps Sport y no quería colgarla antes de que
saliera en papel. Darle un millón de gracias por esta oportunidad! Y ahora os
dejo con la crónica digital :
Domingo 8 de la mañana aterrizábamos
a John F. Keneddy (Montjuïc), 160 km por Nueva York/Barcelona nos esperaban!
Bicicletas listas gracias a los compañeros de Different Bikes Canet de Mar y
alimento necesario por parte de 226ERS para que la energía no falte!
Acompañada por Edu y más de 1.000
personas nos poníamos en marcha! Pasamos por Times Square (Plaza España) y
seguimos todos juntos por la Quinta Avenida (La Gran Vía). El Jet Lag se nota,
ritmo muy suave, parece que no acabamos de arrancar.... y por el camino
conocemos a Sergi, quien se anima a compartir la aventura con nosotros.
Pasados unos 20km, la
encontramos! Parada obligada cuando visitas la gran manzana, la Estatua de la Libertad,
para los ciclistas catalanes, las Costas del Garraf! Despertamos de golpe, y
nos ponemos a disfrutar como nunca de una carretera excepcional solo para
nosotros, delimitada por un tramo cronometrado que haría saltar chispas entre
los corredores!
Después del calentón tocaba la
primera parada y despedirnos de una parte del grupo. Nosotros seguíamos nuestra
ruta ahora pasando por los caminos que esconde Central Parc (la preciosa
carretera que va por Vilafranca, St Martí, St Quintí...) rodeados de vegetación
y toboganes infinitos.
Los km iban pasando y ahora el
tiempo empezaba a empeorar, empezaba a llover y aun nos quedaba por visitar uno
de los edificios más emblemáticos de la ciudad, el Empire State, 1.576
escaleras que se traducirían a una subida a Begues de casi 8 km. Sacamos
fuerzas, nos concentramos, y venga para arriba!
Ahora sí que a por el último
tramo! Pero tocaba dejar la belleza arquitectónica, el lujo de las grandes
avenidas y la vegetación del gran parque para entrar en el Bronx (polígono industrial
del Prat), no sería un final fácil! Empezó a soplar fuerte viento, nos
encontramos rodeados de gris y cristales que hacen cada vez más complicado
avanzar, no quedan fuerzas ni para hablar.
En ese momento es cuando uno se
da cuenta de todo el camino que ha recorrido hasta llegar allí, que no siempre
todo tiene que ser fácil ni bonito. A veces toca sufrir y sacar fuerzas de
donde creemos que ya no hay.
Porque esos últimos km de
sufrimiento y lucha son los que te hacen más fuerte y valorar más todo lo
conseguido, porque nadie nos dijo que esto sería un camino de rosas.
Y allí estábamos nosotros,
llegando a meta en medio de un paisaje del todo menos bonito y aun así para
nosotros parecía espectacular.
Ya que lo importante a veces no
es la meta sino el camino que recorremos hasta llegar a ella.
Un abrazo muy fuerte!
No hay comentarios:
Publicar un comentario